martes, 7 de abril de 2015

NOVELA : El tren de los recuerdos.

Esta mañana he recibido una llamada de teléfono de un familiar para decirme que había fallecido un amigo de la infancia, Rafael. He avisado en el banco para decirles que cogería unos, días libres, y poder desplazarme al pueblo donde van a celebrar el entierro.
He preparado la maleta y así aprovecharé para ir a visitar a unos familiares de los que hace tiempo que no veo y de vez en cuando tengo noticias de ellos por carta.
Recorro la casa mirando la fotos , que hay en la pared, por si en alguna de ellas estuviera él, de pronto recuerdo que en el cajón, donde guardo las fotos de familia y celebraciones debería aparecer alguna en la que estuviera, por fin, encontré una y la guardé en el bolsillo de mi chaqueta.
Salí de casa a toda prisa, dirigiéndome a la estación del tren, cogí el tren por los pelos, una vez estuve acomodado, saqué la foto de mi amigo y me puse a recordar aquello que nos unía.
De pequeños vivíamos en la pequeña y misma ciudad y todos los niños quedábamos en el parque. Allí entre los árboles, lanzábamos piedras en el estanque, aunque esto último era difícil, pues el guarda del parque, siempre nos vigilaba de cerca, la verdad que esos años fueron muy felices. También recuerdo como íbamos al río a coger truchas.Cuando el río empezaba a secarse, quedaban pozas repartidas por todos lados, las rodeábamos con piedras para que no pudieran comunicarse unos con otros, y con latas de conserva quitábamos todo el agua que podíamos y así poder coger las truchas, alguna vez nos llevábamos un buen susto al mover las piedras y salir una culebra, cuando nos pasaba esto dejábamos de ir al río en una temporada.
Con las truchas que cogíamos íbamos a una tienda y las cambiábamos por caramelos y pasteles.
Todo discurría con normalidad hasta que un día empezaron a caer bombas en la ciudad, el parque quedó destruido, y no podíamos andar libremente, cuando sonaba la sirena, debíamos permanecer en el interior de nuestras casas, o ir a refugios que había por toda la ciudad. Allí permanecíamos durante días sin poder salir.Todo esto duró varios meses, quizás más de un año, a partir  de aquí, nada fue igual y perdí el  contacto con los amigos del parque.                  

1 comentario:

  1. Buen trabajo, Claudia, pero vigila las tildes. Por otra parte, es un buen inicio para una novela, deberías animarte a seguir la historia.

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